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un fin de semana en el campo ( parte 2 )
Fin de semana en el campo II
Había pasado ya un año desde aquel fin de semana que pasamos todos juntos, primero junto a nuestras mujeres y después nosotros solos, aunque todos salimos excitados por todas las situaciones nuevas vividas y prometiendo que lo haríamos más veces, el hecho es que poco a poco dejamos de hablar de ello, cuando alguien hacía un pequeño recordatorio del tema, la gente trataba de cambiar la conversación como si no hubiera pasado, poco a poco lo fuimos sacando de nuestra memoria, primero colectiva y después individual
El verano ya estaba aquí y volveríamos a salir todas las parejas juntas o por lo menos eso pensábamos, al contrario que otras veces cuando nos veíamos en el gimnasio no hablamos de donde iríamos este año, suponíamos que las mujeres lo planearían como siempre y que nosotros iríamos sin rechistar, el trabajo de encontrar algo para doce personas ya era bastante complicado como para encima ponérselo difícil.
Algo pasó con la mujer de uno de mis amigos que tendría que ausentarse por esas fechas por un problema familiar y no podría venir a la escapada. El resto de mujeres se ofreció enseguida a ayudarla, la solidaridad entre las mujeres cuando algo está mal es algo que me ha maravillado siempre.
El resto de los hombre decidimos que tampoco iríamos este año pero ellas dijeron que no, que preferían tenernos lejos por lo menos un par de días hasta que la cosa pasará y que no querían moscones que solo molestaban y no aportaban, además ya habían alquilado la casa este año y no devolvían la fianza que había sido bastante alta
Antes ese argumento y sobre todo las protestas de ellas, decidimos no molestar y salir el viernes por la mañana a nuestro destino.
Llego el día indicado y como éramos 6 nos dividimos en dos grupos de tres para ir confortables en cada coche. El camino fue agradable anduvimos dos horas por la autopista y después entramos en una carretera secundaría entre árboles y prados verdes. Era un sitio bastante idílico para pasar unos días de descanso. En media hora llegamos al sitio indicado, era una casa bastante grande de estilo colonial ingles con dos plantas y que parecía tener bastantes habitaciones. Al ir aparcando los coches y empezar a salir, la puerta de la casa se abrió un hombre de unos 45 años con ropa deportiva salió a recibirnos
- Bienvenidos, espero que hayan tenido un viaje agradable hasta aquí – nos dijo
Todos contestamos al unísono que había sido un viaje de los más tranquilo y cómodo y nos dispusimos a ir donde el señor se encontraba
- Me gustaría informarles de las reglas de la casa, ya que yo no creo que me vean mucho, solo recibo a la gente y me voy y no vuelvo hasta que ustedes no se hayan marchado para dar espacio e intimidad a mis huéspedes – empezó diciendo – como habrán visto la casa es bastante grande con lo cual ustedes ocuparan la parte izquierda de la casa
- No podemos movernos libremente por toda ella? – preguntó Charlie interrumpiendo al señor
- En el lado derecho de la casa está otro grupo de personas – nos informó – es un grupo d deportistas que viene aquí a descansar una vez al año, como hacen ustedes ahora – pero no se preocupen por su intimidad la casa está dividida de tal manera que no se verán a no ser que quieran hacerlo – termino diciendo
Como sería eso que no nos veríamos con nuestros vecinos a no ser que quisiéramos hacerlo – pensé extrañado, pero bueno yo había venido a pasar el fin de semana con amigos y no a hacer amistades, con relajarme y pasarlo bien era suficiente
- Lo segundo y más importante es que este lugar es nudista – nos soltó de repente
Todos debimos de poner cara de extrañados por que el hombre se puso a reír inmediatamente
- Ya me lo había dicho Sofía que pondrían esa cara – y continuó riendo
Sofía era la mujer de Marcos, pero lo que no entendíamos era porque no nos habían dicho nada o a lo mejor ellas eligieron esto para disfrutar de la naturaleza y no solo por hacernos pasar un mal trago
El hombre se acercó a la puerta y nos espero
- Nada más entrar tienes una estancia, en su caso a la izquierda donde pueden quitarse la ropa, las habitaciones están subiendo por la escalera y hay 6, una para cada uno, el resto ya les dejo que investiguen, solo les recuerdo que en la parte derecha de la casa también hay otro grupo- finalizo dándonos la llave y atravesando el camino que conducía a un viejo coche que estaba aparcado allí. Se metió arrancó el motor y desapareció.
Se hizo un silencio en el cual solo se oían los pájaros, todos estábamos como inmóviles hasta que Luis dio el primer paso y entró en la casa.
Como nos había informado nuestro anfitrión, había una sala a la Izquierda y otra a la derecha. Supongo que a todos se nos pasó por la cabeza echar un vistazo a la otra sala, por lo menos a mí sí pero nadie lo hizo y nos fuimos a la sala que nos correspondía.
Una vez dentro nos pusimos en círculo alrededor de unas sillas que había, mirándonos unos a otros
- Bueno vamos a estar aquí todo el día o nos vamos a desnudar – les pregunté
Esto hizo que todo el mundo saliera de su mundo y nos pusiéramos a quitarnos las camisetas
- Nos es la primera vez que nos vemos desnudos, me refiero a las duchas del gimnasio – dijo Carlos alegremente mientras se bajaba el pantalón corto de deportes
Al cabo de un ratos estábamos todos en calzoncillos como esperando que alguien fuera primero. Marcos se los bajo de golpe y mientras que los dejaba en la silla se llevaba la mano a la polla para desperezarla, el resto hicimos lo mismo
Había unas taquillas con llave donde pusimos la ropa ya que no tenía sentido subir todo lo que habíamos traído de ropa ya que no la íbamos a utilizar, sacamos las cosas de higiene y salimos de la sala. Nos miramos de reojo, unos a otros, supongo los cuerpos, los culos y sobre todo las pollas, es algo que todos los hombres hacen para comparar
Subimos a las habitaciones y cada uno eligió la suya, nos metimos dentro para dejar lo poco que llevábamos, cepillo de dientes, desodorante y esas cosas de aseo y a los 10 minutos salimos fuera
Bajamos al salón que era bastante espacioso y exploramos el resto de estancias. Había como una sala de lectura al lado una cocina, que tenía una salida directa al jardín. Este estaba separado por un muro, supusimos que el otro lado de la casa tendría la misma disposición y por eso el muro era tan alto para evitar el contacto con los otros huéspedes. El en jardín había una piscina. No era una gran piscina pero lo suficiente para darse un chapuzón y ya que estábamos allí todos saltamos dentro de ella. Después de nadar un rato, salimos y nos relajamos en las hamacas puestas en un lado de de ella
- Espero que en este sitio se hayan acordado de tener bien surtido en frigorífico de bebidas – dijo…
- Quien quiere algo – pregunté
- Venga que te acompaño y así investigamos lo que tenemos para comer – respondió…
Salimos en dirección a la cocina que no era muy ancha pero si alargada. Mientras miraba para ver lo que había de bebida dentro Juan paso por detrás de mí al mismo tiempo que yo me daba la vuelta y nuestras pollas chocaron. Nos quedamos un poco parados mirándonos sin saber que decir
- Bueno con estás estrecheces nos va a pasar más de una vez , será mejor que nos acostumbremos mientras me daba con la mano en mi polla haciendo que rebotará de arriba abajo, yo también hice lo mismo y los dos empezamos a reír- Cogimos las botellas y salimos afuera, donde todos se arremolinaron a nuestro alrededor para ser los primeros en beber
Parecía que todos ya nos habíamos relajado lo suficiente como que para que estar desnudos no supusiera algo incomodo
Fue una mañana genial, estuvimos en la piscina bañándonos, tomamos el sol en las tumbonas mientras bebíamos, incluso alguno llego a dormitar.
Así pasaron las horas hasta que llegó el momento de reponer fuerzas. Fuimos a la cocina y para sorpresa nuestra había una nota en unos de los armarios
- Os hemos dejado la comida en el frigorífico para que se conserve bien. Espero que os guste. También está la cena de esta noche y mañana para todo el día. El orden ya lo decidiréis vosotros – terminaba la nota
Abrimos el frigorífico, que era bastante grande y vimos que estaba lleno de tuppers y cajas por un lado, fruta por otro y bebidas suficientes para pasar el fin de semana. En las cajas y tuppers venia escrito lo que había dentro para no tener que ir descubriéndolo poco a poco. Parecía que estaban bien informados porque todo lo preparado nos gustaba mucho. Sacamos comida para los 6 y lo extendimos en la isla que había en la cocina, nos distribuimos alrededor de ella en unas sillas altas y empezamos a comer.
Al cabo de una hora ya habíamos terminado con todo y habíamos metido lo manchado en un lavaplatos.
- Y ahora que hacemos – preguntó…
- Busquemos un sitio tranquilo donde pasar una par de horas para bajar la comida – sugirió…
Miramos por las diferentes puertas que antes se nos había escapado mirar y debajo de la escalera que subía a la segunda planta había una puerta, la abrimos y unas escaleras bajaban hacía una oscuridad. Cual fue nuestra sorpresa que al dar la luz vimos que esos escalones conducían a una especie de salón en forma de sala de cine, había varios pasillos con dos o tres sillones en diferentes alturas, como para dejar ver, y abajo del todo se encontraba como media circunferencia bastante amplia y en la pared, como incrustada se hallaba una pantalla de cine gigantesca.
Rápidamente bajamos a observarlo todo más cerca unos botones y una pantalla más pequeña, como un pequeño visor que por mucho que dimos a todos los lados no supimos para que servía
Al otro lado de estos botones había un pequeño armario y Ángel Se acercó a mirar
- Parece que nuestro anfitrión está en todo – comentó…. Mientras habría el armario y se podía ver dentro un sinfín de cajas de películas
- Pues veamos si ha acertado como con la comida – repuse mientras cogía una caja y la metía en el aparato de cine.
Busqué un mando a distancia y cuando lo encontró me dispuse a sentarme en la primera fila mientras les indicaba
- Chicos tomar asiento que empieza la sesión de cine – grité
Todos fuimos buscando nuestro sitio, unos más arriba otros más abajo ya que había sitio suficiente para todos
Por un momento mi cabeza me llevó a recordar con gusto hace un año estábamos en una situación igual, sentados en unos sillones preparándonos a ver unos videos que había traído Luis
Eso hizo que inconscientemente mi polla se desperezara un poco. Apagamos la luz y dejamos unas luces tenues que había en las paredes que supongo servían para que si alguien se levanta a mita de proyección no se rompiera la crisma con las escaleras
- Estáis listo, verdad? – gritó alguien desde abajo
De pronto le dio al botón y esa pantalla gigantesca se ilumino por completo
Lo que apareció en la pantalla parecía un tatami vacío en medio de una habitación, en un lado aparecía una puerta cerrada, pasaron unos segundos y parecía que no iba a pasar nada. De repente esta se abrió un entro una pareja de una mediana edad en traje de baño. Mi imaginación se disparó pensando que iba a ver algo de movimiento entre ellos. Mi polla libre de ataduras estaba creciendo poco a poco. Pero cual no fue mi sorpresa al ver entrar a otra pareja, esta eran de raza negra y más o menos la misma edad y también en traje de baño, se colocaron en el extremo opuesto a los anteriores
Empezaron a hacer un poco de calentamiento, cada uno en su rincón y al poco tiempo pararon entonces ellas se dirigieron al centro del tatami y se pusieron una enfrente de la otra, los hombre se pusieron detrás y después de un rato que se observaron detenidamente ellos por detrás les quitaron la parte de arriba del bikini dejando ver unas poderosas tetas en ambas partes. Ellas se bajaron la parte de abajo del bikini mostrando dos vagina bien rasuradas. Los hombres les extendieron un bote con crema, pusieron sus dedos dentro del bote y se dieron la crema alrededor de sus vaginas. Pronto comprendimos que debía ser como vaselina para evitar las rozaduras ya que sería una zona de mucha fricción. En ese momento los hombre por detrás les estaban restregando la vaselina por las tetas muy despacio haciendo que se pusieran más duros y brillantes.
A estas alturas mi polla blandía tiesa como una espada y no me avergonzaba que alguien me la viera tocándomela ya que por la luz que transmitía la pantalla podía ver que al resto el pasaba lo mismo.
- Me estoy poniendo como una moto – exclamó Carlos mientas se levantaba para enseñarnos su rabo erecto y haciéndonos reír
Pero enseguida volvimos a mirar a la pantalla al ver que ellos se retiraban del tatami y ellas se iban acercando poco a poco la una a la otra. Sus tetas tiesas se juntaron e hicieron presiona la una sobre la contrincante, poco a poco se fueron rozando con más fuerza y más velocidad hasta que se engancharon de cuello y empezaron a intentar derivarse la una a la otra, luchaban ferozmente y sus piernas intentaban tirar a la contrincante. En una de estas las dos cayeron al tatami y sus piernas buscaron atraparse, rodaron por el tatami con las manos entrelazadas hasta que se pararon una encima de la otra, en un principio las veíamos que sus pechos pegados luchaban ferozmente pero la cámara cambio de posición y pudimos ver desde abajo como sus piernas luchaban y sus vaginas se restregaban la una contra la otra. Estaban sudorosas y eso aumentaba la tensión. En la sala se oía el subir y bajar de nuestras manos pajeando nuestras pollas, pero todo era como tranquilo como si nadie quisiera correrse a destiempo
El video continúo sin una clara vencedora. Al cabo de unos minutos sonó una especie de pitido y las dos se pararon y se levantaron y se fueron a sus rincones
Yo miraba a todos los lados intentando ver a mis amigos, estaba claro que todos estaban bastantes calientes y ya no había ni se quería ocultar por lo más mínimo…..que estaba en mi fila me miro de repente y me lanzo una sonrisa mientras no dejaba de tocarse la polla.
En esos momento volví la vista a la pantalla y allí estaban los dos hombre, se notaban que iban al gimnasio porque aunque no eran cuerpos escultóricos pero tenían buenos brazos y sobre todo unos pechos abultados en los que destacaban unos grandes pezones por ambas partes.
Está vez fueron ellos lo que se dirigieron al centro del tatami con sus respectivos slips y se pusieron enfrente uno de otro, al rato aparecieron ellas por detrás llevando la famosa vaselina, ellos se bajaron los slips y llevaron la mano a los botes cual fue mi sorpresa que cada uno llevo su mano al miembro del otro restregando la crema por sus pollas haciendo que dejarán por un instante su estado flácido.
Eso me excitó mucho tanto que no me di cuenta Ángel se había sentado a mi lado. Sentí una mano que me agarraba fuertemente mi pene erecto y empezaba a acariciarlo de arriba abajo
- Los hombre también se hacen pajas juntos – me dijo a modo de explicación volviendo a mirar a la pantalla
Al principio no sabía que hacer pero después me relaje y alargue mi mano hasta su pene, tan duro como el mío y empecé a moverlo rítmicamente
En la pantalla los hombres estaban dispuestos a luchar, cuan fue mi sorpresa al ver que no sería una lucha como las mujeres, era más bien como la lucha grecorromana en la cual estás todo el rato en contacto un cuerpo contra otro, todo el rato era intentar agarrarse para desequilibrar al contrario y hacerlo caer al tatami. Las rodillas y las piernas se juntaban continuamente, se agarraba los brazos intentando inmovilizarlos. En una de estas agarradas los dos se rodearon con los respectivos brazos por la espalda y bajaron sus cuerpos para no perder equilibrio, esto hacía que sus polla colgaran entre sus piernas, entonces se incorporaron y sus agarres subieron más arriba haciendo que sus pechos, sus estómagos y sus paquetes quedaran pegados uno enfrente del otro. Con un rápido movimiento uno logró alcanzar el cuello de su adversario y con un giro de cintura lo tiró al tatami.
La lucha prosiguió en el suelo, ahora uno estaba en el tatami boca abajo y el otro encima con su polla metida en la raja de su culo intentando darle la vuelta. En un momento del luchador que estaba arriba el de abajo se pudo deshacer de su agarre y salió hacía el otro lado del tatami donde se puso de rodillas. El otro luchador se repuso y poco a poco se fueron acercando, donde se agarraron de tal manera que no había ninguna distancia entre ellos.
El pitido sonó y los dos luchadores se pararon, y se fueron levantando poco a poco, dejándolos ver a todos que sus pollas no estaban en relax sino más bien en un estado de semierección se saludaron y se fueron a sus rincones se secaron con una toalla y las dos parejas desaparecieron por la misma puerto por donde habían entrado.
Mi compañero de paja y ello continuábamos tocándonos nuestras respectivas, tranquilamente sin meter mucha presión como si no era el momento todavía. Gire la cabeza para ver a los de atrás y estaban igual que nosotros bien empalmados pero esperando algo más.
Luis quien estaba abajo del todo, se levantó de repente dejándolos ver su polla erguida y gritó
- Pues yo pienso poner otra peli que está me ha puesto burro total – nos informó mientras se dirigía al armario a coger otra peli y la ponía en el lector
Al poco la pantalla volvió a encenderse y apareció el mismo tatami que al principio, la misma sala y la misma puerta. Esta se abrió de repente y entro una pareja de latinos, lo supuso por sus rasgos y su piel morena pero al contrario que las parejas anteriores los dos solo llevaban puestos la parte de debajo de los bañadores dejando a la vista los pechos de ella y los pezones marrones de él
Al poco entró otra pareja, también eran latinos, y al igual que los anteriores solo llevaban las partes de abajo. Ninguna de las luchadoras tenía grandes pechos pero si firmes como palos. Todo empezó como los combates anteriores, ellas acercándose al centro del tatami y ellos detrás con la vaselina, se quitaron las bragas y se dieron crema por las vaginas mientras ellos las restregaban los pechos dejándolos brillantes. Ellos se retiraron y ellas, como las anteriores se fueron acercando hasta que sus pechos entraron en contacto
Note que la mano de Ángel Que había dejado de masajear mi polla por un instante volvía a moverla despacio como tomándose sus tiempo y yo volví a agarrar la suya que había perdido un poco la rigidez y empecé a moverla a la misma velocidad
De repente la pantalla se apagó dejándonos a oscuras por unos segundos hasta que volvió a encenderse pero para nuestra sorpresa en la pantalla no apareció las dos luchadoras desnudos si no una especie de película en un idioma que no entendíamos y en el cual se podía ver un gran campo como de futbol ya que estaba lleno de hierba y la gradas eran muy pequeñas pero llenas de gente
Todos protestamos al unísono y empezamos a chillar y a silbar
- Vale vale ya me levanto – dijo desde abajo Luis – debe de haber sido alguna interferencia y se ha puesto la televisión
Se dirigió a la maquina comprobó que todo estaba bien y le volvió a dar al play. Instantáneamente apareció en la pantalla las dos mujeres latinas que para nuestra alegría continuaban una en frente de otra restregándose los pechos antes de empezar la pelea
No sé pero me pareció oír un ruido como gritos al otro lado de la pantalla pero supuse que eran ruidos que salían de la propia película, volví mis ojos atentamente a la pantalla para comprobar que las dos luchadoras se habían enganchado del cuello haciendo que sus cuerpos se doblaran dejando los pechos al aire. La emoción empezó a subir por mi cuerpo y también se reflejó en mi polla y al de mi amigo. De repente otra vez otro corto de luz, la pantalla se para y vuelve aparecer el campo de antes y al final empiezan a aparecer hombre con una especie de bandera al fondo, aparecen vestidos con un pantalón negro y sin nada arriba.
- Joder qué coño le pasa a esto – protestó Juan
- Tranquilo es un aparato viejo y no debe funcionar bien – le contestó Carlos desde arriba
- Pues yo no voy a parar hasta que no vea este video completo. No la tengo así para nada – dijo señalando una polla tiesa y provocando la risa y los aplausos de todos
Cuando se levantó y fue hasta el aparato lo reviso y cuando iba a dar al play un ruido salió de la pantalla, todos nos quedamos sorprendidos la pantalla empezó como a recogerse en la parte de arriba, cuando estuvo totalmente cerrada parecía que la pared donde estaba empezaba a moverse y a girar. Todos nos quedamos parados sorprendidos de lo que estaba pasando delante de nosotros. La pared giró dejándola abierta dejando ver como una sala por detrás. Todos nos levantamos y poco a poco fuimos bajando las escaleras hasta que nos quedamos enfrente.
Un ruido de pisadas parecía que se acercaba del otro lado, esperamos todos expectantes a lo que pudiera suceder. De repente unas figuras aparecieron unas figuras de unos hombres. Estaban desnudos igual que nosotros y nos miraron fijamente
- Parece que no queremos ver las mismas cosas en la pantallas – dijo uno de ellos
- Luis fue hacía las luces y las encendió, entonces pudimos ver a 6 hombre delante de nosotros, igual de desnudos que nosotros, bueno esto no era extraño ya que era una casa nudista pero que salieran del otro lado de la pantalla y lo que dijo no tenía mucho sentido
- Que quieres decir – le espetó Marcos
- Quiero decir que la maquina es la misma para las dos partes de la pantalla y que lo que queréis ver vosotros, se refleja en nuestra pantalla y viceversa – dijo uno de ellos. Que era pelirrojo, bastante blanco de piel y con unos pezones rojizos al igual que su poco pelo que tenía encima de la polla
- Pues nosotros llegamos primero – le dijo Carlos desafiante
- Pero nosotros estábamos en la casa antes que vosotros la ocuparais – dijo otro de ellos
- Pues no sé qué podemos hacer – dijo Juan. con una entonación que dejaba claro que no iba a dejar de ver la lucha de la mujeres y los hombres en bolas
- Pues esto lo tenemos que dejar claro porque nosotros también queremos ver nuestra película – contesto una voz al fondo. Al principio no me fije pero poco a poco puede pude reconocer esa cara y esa voz, era la persona que nos había recibido al llegar y nos había explicado las reglas de la casa.
- Pues lo tendremos que arreglar como hombres – dije envalentonándome y mirando directamente al que nos recibió
- Y que es lo que sugieres? – se adelantó a los demás y quedándose en el medio de la sala
No podía permitir que alguien como él me acobardara y me dirigí a él parándome a tres centímetros de su cara
- Pues que los hombres luchan por lo que quieren – le dije – o acaso tenéis miedo?
Me miró fijamente y se acercó un poco más haciendo que nuestras caras casi se tocaran pero lo que no se pudo evitar es que nuestros glandes se tocaran como queriendo empezar la batalla.
Por el rabillo de ojo vi como los otros se habían acercado y que mis amigos se habían puesto cada uno enfrente de un contrincante. Todos estábamos con ganas de pelea
- Está noche nos vemos aquí – dijo el que tenía enfrente – y veremos quiénes son los más hombres, si es que no os acobardáis – y puso su nariz pegada a la mía y haciendo que su polla embistiera a la mía
- Aquí estaremos, nadie se va a rajar – contesté apretando mi car a la suya y haciendo que mi polla devolviera el golpe
Nos quedamos así como 30 segundos, nadie se movía, yo sentía que mi miembro empezaba a crecer y notaba el suyo también duro. Al cabo de un rato
- Pelearemos uno contra uno en combates de 10 minutos con un descanso, el equipo ganador elegirá su premio – dijo
Estábamos tan cerca que casi podía oír su corazón, se notaba que estaba tan tenso como excitado. Sus labios casi rozaban los míos
- Nos parece bien, quien gane tendrá su premio – contesté apretando mi pecho contra el suyo
Después de un momento de miradas desafiantes, y cuerpos empujándose uno contra otro, nos fuimos separando poco a poco. En ese momento vi que tenía el pene bastante desarrollado
- Tu y yo pelearemos está noche – me gritó mientras se iba cogiéndose la polla con la mano
- Aquí te espero – le desafié
Nos quedamos quietos viendo como poco a poco se iban dando la vuelta y desaparecían por donde habían. Al principio nadie dijo nada pero poco fuimos recobrando la vida que parecía que se nos había detenido en los últimos minutos
- Bueno parece que nos vamos a divertir está noche – dijo Carlos mientras ponía su brazo alrededor de mi cuello
- Chicos siento haberos metido en esto, debería haberme callado – les dije girándome y mirándoles
- Pero tú estás loco, es lo más divertido y excitante que nos ha pasado en los últimos meses y sobre todo es lo más divertido que me va a pasar a mí en vuestra compañía, porque ya me veía al lado de unos pajeros todo el fin de semana – estalló Juan haciendo que todos riéramos
- Con que pajeros, no? – grito Marcos lanzándose por detrás de Juan Y levantándole del suelo cargando con él dándole vueltas en el aire. Venga vamos a fuera a hablar sobre esto, mientras que subía las escaleras con Juan Encima , quien no dejaba de protestar para que lo dejase en el suelo
Una vez arriba fuimos directos a la piscina, en esos momentos necesitábamos un buen chapuzón que nos devolviera a la realidad y al mismo tiempo nos relajara un poco. Después de un tiempo de chapoteos y juegos en el agua, nos secamos al sol sobre las tumbonas que previamente habíamos puesto formando un círculo.
- Y ahora que vamos a hacer – pregunto LUis en alto – esos chicos parecen muy seguros de sí mismos
- Si lo dices por sus cuerpos nosotros también estamos en forma y no tenemos nada que envidiarles – contesto Marcos
- No lo dijo por eso pero y sí ellos son expertos en algún tipo de arte marcial – lanzó Juan al aire
- Pues que no se lo pondremos fácil y que yo no me voy de aquí sin que ese engreído que tenía en mi cara me coma bien esta – dijo Carlos Cogiéndose la polla con las dos manos y girándola en el aire, haciéndonos reír y relajando el ambiente
- Eso es verdad, vamos a luchar como machos que somos y veremos quien se pone de rodillas- extendió la mano conjurándonos a luchar como uno solo por todos nosotros
La tarde fue pasando descansando en la piscina y cuando el sol empezaba a recogerse nos fuimos a la cocina, queríamos comer pronto, no queríamos que los combates nos pillaran con el estómago lleno. Comimos en silencio, parecía que todos estábamos concentrados en lo que pasaría después. Una vez terminada, fuimos a la sala a descansar y mientas veíamos lo que había en la televisión cada uno estaba en su mundo, supongo que preparando la lucha con su contrincante mentalmente.
- Ha llegado la hora – exclamó Luis sacándonos de nuestros pensamientos
Nos miramos unos a otros y nos levantamos poco a poco Marcos se puso en el centro y estiró la mano del salón
- A por ellos – gritó haciendo que todos los demás pusiéramos la mano también unas encima de otras al grito de “ a por ellos “
Nos dirigimos a la sala de cine y empezamos a bajar las escaleras, las luces ya estaban encendidas y la gran pantalla había desaparecido, supongo que algún artilugio mecánico la habría puesto en algún lado, ahora en la parte baja, donde antes estaba la pantalla aparecía una colchoneta que ocupaba todo el lugar y dibujada en medio un circulo. Una vez abajo esperamos aunque no mucho ya que del otro lado de la casa, bajando por las escaleras, fueron bajando nuestros rivales. Se colocaron al otro lado de la colchoneta y dieron un paso al frente. Nosotros al principio no sabíamos que hacer pero al final Luis nos sacó del aturdimiento
- Que cada uno se ponga enfrente del que quiera luchar – indicó
Nos movimos un poco y cada uno se puso enfrente de quien sería su oponente y también dimos un paso al frente
Al poco tanto ellos como nosotros fuimos caminado al centro hasta ponernos a 5 centímetros.
La tensión se sentía por toda la instancia. Nos mirábamos desafiantes sin mover un musculo del cuerpo
- Los combates son de 10 minutos repartidos en dos asaltos de 5 minutos con dos de descanso entre asalto y asalto – comentó quien iba a ser mi contrincante – será una lucha limpia y en caso que nadie se rinda en ese tiempo pasaremos al siguiente combate, os parece bien?
Todos asentimos y después de explorarnos con la mirada volvimos hacia atrás. Empezaron a calentar y nosotros hicimos lo mismo, después de unos minutos todos nos paramos y uno de ellos. Un tío moreno con un poco de pelo en el pecho se acercó al centro de la colchoneta y se quedó parado con las piernas separadas. Al poco Juan se adelantó al centro y se punto enfrente del otro rival. El rival le extendió la mano y Juan se la choco separándose rápidamente y preparándose para la contienda
Empezaron estudiándose detenidamente a la vez que daban vueltas por el tatami, poco a poco se iban acercando y de repente se lanzaron el uno contra el otro a por las piernas del contrincante alargando una mano mientras con la otra intentaban parar la embestida del otro luchador. Forcejearon un rato como dos toros hasta que el del equipo contrario logro coger la pierna de Juan Y le tiró sobre la colchoneta lanzándose rápidamente sobre él para inmovilizarle en el suelo. Juan cayó de espaldas y vio como el otro luchador venía a por él, dándole tiempo a esquivarlo. El contrincante cayo y rápidamente se giró levantándose rápidamente pero esta vez no se pusieron de pie se quedaron de rodillas acercándose poco a poco. Se lanzaron el uno contra el otro haciendo que los pechos se golpearan agarrando con un abrazo de oso a mi amigo y levantándolo de la lona y haciendo que cayera debajo de esté. Mi amigo reaccionó cogiendo del cuello al adversario y atrayéndolo hacía su cuerpo para inmovilizarlo y que no pudiera hacerle ninguna llave.
Los demás mirábamos hipnotizados la contienda, cada equipo animaba a su luchador con gritos y aplausos. D vez en cuando miraba a los rivales y sobre todo a mi rival que también me miraba a mí. Nos miramos fijamente desde nuestros rincones y una excitación inundó mi cuerpo.
El combate estaba parado en el suelo con los contrincantes uno sobre el otro intentando zafarse de las respectivas llaves que los inmovilizaban y los mantenía quietos y pegados. Se lanzaron puñetazos sobre los costados pero eso no hizo que ninguno de los dos cediera lo más mínimo
La alarma sonó y los dos luchadores se incorporaron y se fueron a sus respectivos rincones. El sudor hacía que sus músculos destacarán más
- Venga que los están haciendo bien – le animamos mientras el trataba de coger todo el aire que podía para recuperarse
Juan Tenía la miraba fija en su rival y a su vez este en él. Estaban sentados en unas banquetas, los compañeros le estiraban los brazos para relajarlos y les secaban el cuerpo, sus pollas colgaban en el aire.
Un pitido anunciaba que quedaba solo un minuto haciendo que se levantarán los dos luchadores mientras que los compañeros se afanaban en secarlos
Otro pitido sonó y los luchadores volvieron a la lona pero esta vez, no sé si por el cansancio o por las ganas que se tenían, no se fueron muy lejos el uno del otro. La alarma sonó y se acercaron agarrándose por los brazos intentado agarrar al contrincante evitando ser agarrado por el rival, sus piernas también entraron en juego intentando hacerse la zancadilla, en una de estas, las piernas se enredaron haciendo que cayeran los dos. El contrincante se puso encima pero Juan le agarro con las piernas manteniéndole a raya. El rival estaba de rodillas sobre mi amigo dándole puñetazos en el estómago y mi amigo tumbado se los devolvía sin dejar de apretarle con las piernas para que no se moviera y se tumbara encima. Mi amigo se incorporó agarrando por el cuello a su oponente y trayéndolo por la cabeza hacía él, a su vez el rival trataba de coger el cuello de mi amigo para poder hacer una llave e inmovilizarlo. Los dos estaban otra vez tumbados uno sobre otro con un brazo alrededor del cuello del rival, sin poder moverse, la respiración era fuerte y entrecortada.
La sala estaba en silencio, todos expectantes porque no se sabía que podía pasar. En ese momento sonó la alarma y poco a poco se fueron soltando de sus respectivas presas. Lentamente se levantaron y se pusieron uno frente al otro mirándose y se acercaron para darse un abrazo. el sudor corría por todo su cuerpo. Fue un abrazo largo debido al cansancio, un abrazo que junto cada parte de su cuerpo con las del rival. Al final se soltaron y cada uno fue a su rincón.
- Has estado genial y has luchado como un guerrero – le dije mientras le pasaba una toalla
- Quien ha ganado? – quiso saber
- Yo creo que nadie pero veremos que dicen los del otro equipo – respondió Carlos
Una voz del otro lado hablo alto
- Creo que no ha habido un claro vencedor de esta contienda los dos han estado muy bien en su lucha por lo que sería justo que lo declaráramos un empate – dijo mi rival
Todos asentimos y aplaudimos a nuestros luchadores, que se retiraron a un rincón fuera del tatami a descansar
Juan Se fue andando hacía donde estaban los asientos de cine, el rival se acercó a él y le rodeo el cuello con el brazo en señal de amistad y esté le puso el suyo en la cintura y así se fueron hacía su rincón de descanso. Una vez allí cogieron sus toallas y se secaron mutuamente mientras hablaban, sus toallas se movían a la vez secando el pecho, después el estómago y más tarde las piernas y sus respectivas pollas, lo hicieron mirándose, ya no había vergüenza ninguna, habían luchado desnudos y estás habían estado juntas también.
- Queremos proponeros una lucha en tag team – dijo el que parecía que tenía la voz cantante en el equipo rival
- Por nosotros no hay problema – contestó Marcos - quien son vuestros luchadores?
Dos luchadores, uno negro y otro más bien moreno, yo diría de origen latino, dieron un paso al frente y se pusieron en medio de la lona. Nosotros nos miramos sin saber quién iba a salir a luchar. Después de unos segundos de incertidumbre Luis y Carlos Se miraron y decidieron salir a la lona. Lo hicieron sin prisa y se pusieron delante de sus rivales mirándose fijamente a los ojos.
- El combate también será a 5 minutos con 2 de descanso- dijo el equipo rival – y cuando se choquen la mano el luchador del equipo podrá entrar a luchar a la lona y el compañero tendrá 5 segundos para salir, estáis de acuerdo – pregunto?
Los cuatro luchadores aceptaron y después de mirarse a los ojos se fueron cada pareja a su lado. Calentaron un momento y una vez que estuvieron preparados, uno de cada grupo salió al centro del tatami. Cuando llegaron al centro se saludaron con un apretón de mano y se dispusieron a empezar
Empezaron estudiándose pero no tardaron mucho en lanzarse uno contra el otro. En un primer momento se agarraron de los brazos manteniendo las distancia entre uno y otro hasta que el luchador latino se agacho metiéndose por debajo de Luis y agarro su pierna levantándola y haciéndole una zancadilla en la otra que lo llevo a parar con su cuerpo en la lona. El latino se lanzó detrás cogiendo con los dos brazos el cuello y un brazo de mi amigo y poniéndose en perpendicular trató de inmovilizarlo. Mi amigo rápidamente estiró la mano y le dio en la palma a Carlos que rápidamente se tiró sobre el latino por la espalda rompiendo la llave que tenía sobre Luis y luchando enfurecido por librarse del agarre de Carlos que le cogía por la espalda. Se revolvió como un gato pero Carlos le agarro y tiro para atrás haciendo que el latino cayera para atrás pero encima de Carlos que continuaba con el agarra, después de forcejear para quitar el abrazo que le estaba dando mi compañero consiguió que los dos cuerpos se acercarán lo suficiente al otro lado como para que el latino le diera la mano a su compañero. Viendo que el compañero se le venía encima soltó al latino y rodo al otro lado dándole la mano a Luis
Era como si el combate empezará de nuevo, estaba los dos de pie el chico negro y mi compañero que justamente era muy blanco de piel, se arrimaron poco a poco y se cogieron los cuellos acercándose las cabezas de uno y otro, forcejearon intentando tirarse a la lona pero había un equilibrio de fuerzas. Pasaba el tiempo y nada parecía cambiar, solo por el hecho de que el sudor les corría por todo el cuerpo
La alarma sonó y los dos luchadores se pusieron firmes pero sin distanciarse, tenían la cara muy pegada el uno con el otro y los pechos se tocaban, después de unos segundos se fueron distanciando y terminaron en sus rincones
Como habíamos hecho anteriormente, secamos a nuestros amigos con las toallas, los movimos los brazos y dimos masajes en las piernas para relajarlas. Por un segundo mire a la grada y vi a mi compañero y su rival muy atentos a lo que pasaba pero lo que me llamo la atención es que el rival tenía un mano puesta en el muslo de mi amigo y a este no le parecía molestarle, era como dos amigos de siempre, descansando sentados desnudos viendo unos combates
La alarma sonó y los dos contendientes que habían terminado el round anterior iban a empezar este. Como habían hecho anteriormente se colocaron uno enfrente de otro y esperaron el sonido de la alarma. Esta sonó y los luchadores se lanzaron sin esperar y sin planear ninguna estrategia, iban a por todas. Chocaron en el centro y se empujaron como toros, se agarraron por la cintura y se apretaron, de alguna forma perdieron el equilibrio y cayeron a la lona, rodando sin dejar de apretarse. La visión era muy morbosa, el contraste del color de las pieles y ver esos cuerpos desnudos hacía que mi cuerpo estuviera vibrante
En un momento dado los dos estiraron sus brazos en busca de ayuda y los dos luchadores de refresco se abalanzaron sobre ellos, cada uno intentando ayudar a su pareja, se suponía que los otros luchadores deberían dejar la lona pero eso no paso, teníamos a los cuatro rodando por el tatami, los cuerpos entrelazados e intentando hacerse llaves de estrangulamiento. Al principio mis amigos y yo nos miramos, no sabíamos si saltar al tatami y separarlos pero como no vimos que el equipo rival no hacía nada, nosotros tampoco hicimos nada.
Los cuatro continuaban su lucha particular, ya sin importar las reglas del tag team. Forcejeaban sin parar, luchando de dos en dos o de cuatro en cuatro, sus cuerpos se juntaban y se retorcían sin parar.
El sonido de la alarma sonó y todos los que estábamos mirando nos quedamos quietos mirando a la lona, no sabíamos si estos luchadores pararían o tendríamos que entrar a separarlos. Una de las parejas que luchaba en un lado paro de inmediato y se levantaron sin percatarse que la otra pareja continuaban con su lucha particular, sin dar muestras de querer dejarlo además parecía que la agresividad crecía, todos os lanzamos a separarlos, por fin conseguimos ponerlos de pie. Los pusimos uno a frente de otro temiendo que se volvieran a lanzar uno contra otro de nuevo, fueron unos segundos un poco tensos pero después de una miradas duras la cara se fue relajando y la sonrisa apareció en sus rostros, el chico negro tendió la mano a Luis y este se la estrecho y le atrajo hacia él dándose un abrazo. En ese momento eran dos dioses juntos, el sudor caía por sus cuerpos musculosos. Alguien rompió el momento al tirarles una toalla a la cara
- Venga salir de la lona y secaros ya – grito Juan
Todos los demás aplaudíamos y reíamos al mismo tiempo
Los cuatros se fueron al rincón donde estaban los otros dos que parecían estar muy relajados y tranquilos. Los dos sentados mirando desde las butacas la lona, con las piernas abiertas y sus pollas colgando relajadas entre ellas.
Los cuatro luchadores se secaron unos a otro y se sentaron
- Creo que deberíamos darnos un descanso y seguir con esto mañana, han sido muchas emociones por hoy, esto está muy disputado y necesitamos preparar nuevas estrategias, no creéis – dijo el que nos abrió la casa
Todos queríamos más pero sería mejor darnos un respiro y continuar otro día
- Nos parece bien, mañana a la misma hora nos veremos aquí – respondió Angel
Estaba de espaldas recogiendo unas toallas que había en el suelo y no percate que alguien se había puesto detrás de mí. Al darme la vuelta lo tenía casi pegado a mí
- No te creas que te vas a escapar de mi – me dijo
- No tengo ninguna intención de hacerlo, no me das miedo – le conteste
- Pues deberías porque esto va a ser mío – volvió a hablar agarrándome la polla con fuerza
- Eso lo veremos – respondí mientras yo también le agarraba la suya con violencia
Estábamos los dos con la mano en la polla del contrario apretando con fuerza, pero sin dar un paso atrás. En nuestras caras se reflejaba el dolor pero lo intentábamos disimular. Poco a poco fuimos relajando el apretón y aunque había sido una experiencia un poco dolorosa también hizo que mi polla se animara, y parece que a él le paso lo mismo ya que al darse la buena nuestros rabos se rozaron, cogiendo fuerza
Antes de desaparecer se giró y exclamó
- Todos los combates han sido grabados por si queréis volver a verlos. Estarán en armario para la visualización en una hora. Terminó y desapareció por detrás de la pantalla
Nos subimos hacia la piscina y corrimos a darnos un chapuzón que refrescará a los que habían luchado y que sirviera de relajamiento a los demás. Terminado el baño nos fuimos sentando en las hamacas que colocamos alrededor de una mesita
- No sé vosotros pero estoy flipando y a la vez disfrutando por lo que está pasando aquí – nos dijo Marcos sonriendo
- Esto no lo habrán preparado a posta las chicas y los otros tíos también tienen otras mujeres que le va este rollo y quieren saber quién son los macho alfas – meditó Luis en alto
En ese momento todas las miradas se dirigieron a Juan Que estaba pensativo mirando hacia abajo
- Chicos no tengo ni idea – intentó defenderse – la otra vez os conté las cosas cuando se dio la situación pero ahora no tengo ni la más remota idea de si esto es deliberado o no
- Sea lo que sea es bastante emocionante – nos dijo exultante Carlos – me lo estoy pasando genial, estar con amigos y después la lucha, pelear con otros hombres, todo me está resultando muy excitante y no solo me refiero en el plano emocional, también en el físico
Todos sacudimos la cabeza en señal de que estábamos de acuerdo con él
- Tenemos que prepararnos para mañana, por ahora los combates ha sido más o menos igualados pero debemos de empezar a ganar los tres que quedan pues me da la impresión que si perdemos nos van a pedir alguna recompensa - nos advirtió juan
- Alguien ha traído algún portátil – gritó Marcos
- Y eso? – quiso saber Juan
- Pues alguien debería bajar corriendo donde están el resto de cd de lucha que había en el armario del cine y cogerlas, después podríamos verlas en el portátil, ver que tácticas y llaves utilizan y así aprender algo y aplicarlo mañana en los combates – propuso Marcos
- Buena idea – exclamó Carlos. mientras se levantaba rápidamente y se iba en dirección a la sala de cine.
Al rato llego con un montón de cd de colocó en la mesita
- Descansemos y más tarde cenaremos y cuando hayamos acabado empezaremos con la visualización de los combates – nos sugirió Ángel
Todos aceptamos y pasamos un tiempo más en la piscina. Hacía ya tiempo que la desnudez ya no suponía ningún problema entre nosotros, ahora ni tan siquiera nos fijábamos en los miembros de los demás, ni tan siquiera cuando alguno tenía alguna pequeña erección.
La cena fue tranquila, comimos lo que había preparado en el frigorífico y nos preparamos unas cervezas, no nos dimos prisa, lo estábamos pasando bien
Como nos sugirió Marcos una vez acabado de cenar nos dirigimos al salón y allí enchufamos el portátil, cargamos las películas en el lector de CD y nos dispusimos a ver los combates.
Como en las veces anteriores todos los luchadores que salían eran hombres y mujeres, como si se tratara de un campeonato ya que algunos repetían pero se enfrentaban a distintas parejas. Lo único que cambiaba con respecto a la visión de los videos que vimos por la mañana es que ahora estábamos los 6 sentados juntos en dos sillones y que después de ver un par de videos nuestros miembros respondieron con duran erecciones. Nadie decía nada y el mero hecho de cogérsela con la mano y manoseársela lentamente no suponía ninguna tensión para el resto, al fin y al cabo, todos estábamos igual, desnudos y empalmados
Pasadas unas dos horas y habiendo visto todos los cd’s, decimos que era el momento de irnos a dormir, casi era un escena cómica, cuando nos pusimos de pie parecía que íbamos a una batalla con las picas bien altas. Por un momento nos miramos y estallamos en carcajadas.
Subimos las escaleras y cada uno se metió en su habitación para pasar la noche. Yo la verdad estaba un poco nervioso por lo que pudiera suceder al día siguiente, aun así me metí en la cama después de haberme duchado. Parecía que el sueño no iba a acompañarme pues daba vueltas sobre el colchón pero no podía conciliar el sueño. Miré el reloj y vi que había pasado una hora. Me levanté y baje a la cocina a por un vaso de agua fría, todo estaba tranquilo pero de repente me pareció oír un ruido que procedía de la sala de cine. Me pareció raro ya que no había oído a ninguno de mis compañeros salir de su habitación. Me fui acercando a la puerta, entonces pude comprobar que efectivamente subía ruido de la sala. Entre en la sala y comprobé que una pantalla pequeña de tv estaba encendida, solo existía la luz que salía de la pantalla de aquel pequeño aparato. Baje poco a poco para no caerme por los escalones que había. A mitad de camino algo se movió en una butaca de la primera fila y yo me paré. El ruido cesó y continué bajando despacio. En la pantalla se reflejaba un combate de lucha de dos tíos desnudos, era como la lucha grecorromana se cogían por los brazos o se hacían presas por la cintura. Me pare a ver la película. Al principio no me di cuenta pero había algo que me sonaba familiar. Uno de ellos agarró al otro por la cintura y lo levantó atrayéndolo a su cuerpo y lo derribo en la lona cayendo los dos al suelo pero el que fue derribado cayó con la espalada en la lona y el otro se alzó encima de su contrincante y no paralizó hasta rendirse.
Estaba quieto viendo la lucha. La visión de la película me había excitado y estaba tan exhorto que no me di cuenta que una sombra estaba abajo, de pie mirándome. La película terminó y de repente una pequeña luz se encendió
Te ha gustado – preguntó la voz
Sí, no ha estado mal – dije sin darle mucha importancia mientras averiguaba quien era
No ha estado mal?, creo que eso es más de lo que podrás hacer mañana – señaló
Yo fui bajando los últimos escalones para ver quién era y cuál fue mi sorpresa al ver que quién tenía enfrente era mi futuro rival. Me situé a una distancia de unos dos metros frente a él. Estaba completamente erecto y me miraba desafiante
- Tú crees que puedes hacerlo mejor – me desafió mientras que daba un paso al frente
- Seguro que lo igualo como mínimo – le dije envalentonándome mientras notaba como mi miembro se ponía duro y daba un paso adelante yo también
- Crees que vas a poder vencerme? – me preguntó con cierta sorna y volvía a dar un paso parándose a unos 40 centímetros de mí
- Lo que sé que no te lo voy a poner fácil – contesté dando otro paso
Al dar este último paso me coloque de frente y tan cerca de él que nuestros glandes se tocaron como dos espadas preparadas para la guerra, ya que su pene estaba también erecto
No dijimos nada, él miró abajo mirando nuestros miembros y después volvió a subir la vista. Yo también hice lo mismo. Todo estaba en silencio. Nos mirábamos desafiantes y eso parecía excitarnos más. En cierto momento su cuerpo se movió un poco hacía adelante y su pene embistió al mío. Yo no quise apartarme e hice lo mismo con mi cadera, golpeando a su polla.
Parecía que iba a disputarse una pelea de pollas, nuestras cinturas empezaron a moverse primero para un lado y después para otro haciendo que las pollas se golpearan una y otra vez sin que pareciera que ninguna iba a flaquear. Mi rival alargo su brazo cogiéndome del hombro y atrayéndome un poco hacía él. Yo hice lo mismo, ahora los dos estábamos sujetándonos con fuerza con los brazos y las pollas seguían luchando para ver quién era el vencedor. Yo adelante la cadera y metí mi polla por debajo de la suya golpeándole los huevos, esto le hizo temblar un poco y al rato él hizo lo mismo, dejando los huevos doloridos. Continuamos así un rato sin llegar a que ninguno de los dos diera un paso atrás. Alargué mi otro brazo y le atraje hasta mi pecho y le hice un abrazo de oso. Él reacción rápidamente e hizo lo mismo. Ahora estábamos pecho contra pecho y los penes luchaban también en un duelo de restregones. De repente algo me recorrió el cuerpo, una excitación como un calambre que me paralizó, note que mi pene derramaba el semen contenido, entonces el cuerpo de mi rival se pudo duró y un espasmo recorrió todo su cuerpo eyaculando al mismo tiempo
Estábamos cogidos todavía por el abrazo de oso que nos habíamos aplicado con la cabeza mía pegada a la suya, podía oír su respiración entrecortada, su cara y mi cara estaban pegadas. Poco a poco nos fuimos separando la cara y nos quedamos mirando pero sin dejar de abrazarnos
- Mañana no será lo mismo te lo aseguro – exclamó
- Lo estoy esperando con impaciencia – le conteste
Por un momento una sonrisa se dibujó en su cara. Nuestros brazos fueron soltando al rival y nos fuimos separando
- Mañana se verá quien es el campeón – dijo mientras se dirigía a la zona que les pertenecía a ellos
Cuando me recuperé, salí de allí sin hacer nada de ruido, subí a mi habitación y me metí en la cama quedándome profundamente dormido
A la mañana siguiente me despertó el ruido de las otras habitaciones, parecía que el resto tenía ganas de empezar el día, las puertas se abrían y se cerraban y por el ruido de los escalones parecía que se dirigían a la cocina. Me levante, rápidamente me di una ducha y salí corriendo para abajo
- Ya era hora dormilón – exclamó juan
- Tenía sueño atrasado – comente sin querer dar pistas de lo que sucedió la noche anterior
- Pues comamos algo y vayamos al jardín, hoy hace un fía magnifico y no quiero perderme ni un minuto de sol y piscina – nos apremio Carlos
Todos asentimos con la cabeza y no dispusimos a almorzar, después de recoger un poco aquel caos nos dirigimos al jardín, fue llegar y saltar sobre la piscina. Estuvimos jugando y chapoteando un poco hasta que llegó el momento de descansar en las tumbonas
- Esta tarde va a ser bastante intensa – empezó hablando Juan
- Bueno la de ayer tampoco estuvo nada mal – continuo Carlos con una sonrisa pícara en la cara
- No, me refiero es que ayer nos encontramos el plan de improviso pero hoy sabemos que va a suceder – explicó Juan
- Deberíamos prepararnos – nos animó Marcos
- Y como podemos hacerlo si ni tan siquiera sabemos cómo vamos a luchar – expuse – ellos nos dice que hacerlo y nosotros obedecemos
- Pues es hora de cambiarlo – gritó Juan desde el fondo – veamos que se nos da mejor hacer y diremos que hoy nos toca a nosotros decidir qué forma de luchar queremos
Todos estábamos de acuerdo. Quedábamos tres por luchar y aunque no éramos luchadores pero Marcos y Ángel Habían practicado algo de greco en el instituto y yo, pues me defendía un poco con el boxeo, más bien sabía cómo moverme y lanzar los puños por las clases del gimnasio.
Acordamos que esas serían las modalidades que elegiríamos y volvimos a nuestros pensamientos, entre risas y latas de cerveza. Las horas pasaron sin darnos cuenta y si queríamos que nos pillara el toro deberíamos comer pronto y que los combates no nos pillaran con los estómagos llenos
Dimos pronta cuenta de la comida que había en el frigorífico y descansamos un poco en la sala de televisión. Cuando se fue acercando la hora salimos al jardín a calentar y estirar un poco. Colaboramos todos, los que íbamos a luchar y los que ya habían luchado ayudándonos a calentar los músculos
- Creo que es la hora – nos recordó Juan
Todos miramos los relojes y como un equipo de instituto nos juntamos formando una ruda con los brazos alrededor de los otros formando un círculo
- Estos capullos no se van a salir con la suya y van a saber quiénes somos – gritó Carlos
Todos gritamos a la vez y deshicimos el círculo abrazándonos los unos a los otros. A estas horas de la película darnos un abrazo y que nuestros miembros se juntarán no suponía ningún trauma para nadie
Nos dirigimos hacía la sala de cine y allí ya nos estaban esperando nuestros rivales. Pasamos a nuestro rincón y empezamos a calentar. Los que no tenían que luchar se fueron a sentar a las butacas de la sala.
- Empezaremos con lucha greco – les anunció Marcos
- Sin problemas – dijo uno de los contendientes
Los que nos íbamos a luchar ahora no restiramos a una esquina del tatami para verlo desde allí. Marcos entro dentro de la lona y espero a que el contrincante entrará. Se pusieron uno enfrente del otro y se dieron un apretón de mano, se separaron rápidamente y se pusieron en posición. Intentaron agarrarse el uno al otro para desequilibrarse pero estaban muy igualados, sus cuerpos intentaban permanecer los más juntos posibles para no permitir que el contrario metiera el brazo y le hiciera una presa. Las piernas jugaban un papel importante para mantenerlos en equilibrio. De repente Marcos le agarro la espalda con los dos brazos y lo atrajo hacía él y con un rápido movimiento lo levantó y giro su cuerpo haciendo que los dos cayeran a la lona y que el rival quedará con la espalda pegada al suelo sin poder moverse por la inmovilización que le aplicaba Marcos que lo retenía con su propio peso
Los segundos pasaron y el luchador no podía moverse, hasta que dio con la mano en la lona para rendirse. Mi amigo se levantó rápido y dio un grito de alegría. El combate había terminado más rápido de lo que creíamos. Y esta vez no había duda, íbamos ganando la competición ya que los anteriores los habíamos dado por empate.
Marcos fue a nuestro rincón y chocamos las manos, mientras le tirábamos una toalla para que se secara. El luchador contrario se acercó por detrás y le dio una palmada en la espalda
- Bien hecho, has sido muy rápido , espero que un día me des la revancha – le felicitó
- Eso está hecho, cuando quieras tendremos otro combate – contestó Marcos
Los dos se dieron un abrazo y se retiraron como dos amigos que salen de la cancha con los brazos por encima del hombro
Ya solo quedaban dos combates y me empezaban a poner nervioso, miraban de vez en cuando a mi contrario que estaba sentado con las piernas abiertas relajadamente. Tenía buen cuerpo y un pecho fenomenal, con los pezones grandes que salían como dos agujas del pecho, siempre me había gustado el pecho de los tíos pero ahora que lo observaba sentía algo caliente que me recorría por dentro del cuerpo
Mi amigo salió a la lona y se saludó con su oponente que le devolvió el saludo al estilo del judo, algo que nos dejó confundidos y con un mal presagio y efectivamente así fue, aunque los dos estaban desnudos, cuando comenzó el combate, los movimientos del rival denotaban que había practicado algo de artes marciales. Grite a mi amigo para que se mantuviera lo más alejado posible de sus agarres pero en un descuido de Angel le agarro los brazos y el contrario se tiró para atrás llevando su pierna al estómago de Angel haciendo que volara por encima de él y cayera al otro lado, mientras rápidamente y sin dar tiempo a que se sobrepusiera se sentó encima de él dejando los brazos de mi amigo inmovilizado debajo de las piernas del rival y casi dándole con su miembro en la cara
Por mucho que lo intentó Angel no pudo hacer otra cosa que rendirse. El rival se levantó rápido de la posición que tenía sobre él y le extendió la mano para ayudarlo a incorporarse. Este la cogió y se levantó de la lona.
- Lo siento mucho chicos pero no tenía mucha posibilidades – se excusó
- No pasa nada, otra vez serás tú quien gane – quise animarle mientras que le veía marchar a su sitio en la grada
- Estamos empates ahora y este es el último combate – gritó alguien desde la grada sacándome de mis pensamientos
Me levanté y me puse a calentar. No me había dado cuenta de la responsabilidad que caía sobre mis espaldas. No quería ni podía fallar a mis amigos y debería esforzarme todo lo que pudiera
Después de hacer un calentamiento, mire a los chicos que me animaron con sus gritos cuando hoy algo que cayó de mi lado de la lona. Eran unos guantes de lucha como los que utilizan los luchadores de UFC. Al mirar al frente vi como mi rival se los estaba poniendo mientras avanzaba al centro del tatami.
No estaba muy seguro pero instintivamente los agarre y me los puse acercándome yo también al centro. La respiración se me acelero.
- No tendrás miedo de unos cuantos golpes verdad – me dijo con tono de sorna mi rival
- Ninguno – le contesté mientras ponía mis brazos en jarra
Estábamos tan cerca que nuestras narices se tocaban la una a la otra. Se notaban la tensión entre los que observaban porque un silencio se apoderó de la sala
- La única regla es que no valen golpes en la cara – para que nadie vuelva a casa marcado. Me informó
Asentí con la cabeza y después de chocar los puños nos retiramos a nuestros rincones para volvernos y empezar el combate. Nos miramos fijamente mientras nos acercábamos. Me tiró una patada que impacto en mi estómago tirando para atrás. Sin tiempo de recuperarme salto sobre mí, yo reaccione y mientras caía le agarre los brazos con los míos apretándolos contra mi cuerpo para que no pudiera golpearme. Sentía su aliento en mí, ya que lo tenía encima, intentó zafarse pero yo lo agarraba bien y cuando se descuidaba le sacaba un puñetazo en los costados.
Estuvimos así como un minuto, cuando consiguió escurrir un brazo de mi presa y liberarlo y empezó a pegarme también en el costado, nos estábamos dando duro, con el otro brazo libere su brazo y le agarre el cuello atrayendo su cabeza a mi pecho para inmovilizarlo, debió de leerme el pensamiento y aprovechó para darme un puñetazo en el estómago con lo que solté el agarre. Ahora me tenía cogido un brazo y yo le volví a inmovilizar otro, nuestras cabezas estaban pegadas y nuestras respiraciones eran jadeantes. Teníamos que hacer algo o nos pasaríamos el primer round uno encima de otro. Con todo mi cuerpo giré para un lado, haciendo que se fuera la lona. Salté para ponerme de pie y poder golpearle con las piernas pero él se defendía como un gato acorralado estirando las piernas para que no pudiera caer sobre él. Deje que se levantará y empezar de nuevo la pelea. Esta vez cuando me tiro una patada frontal no me sorprendió y se la agarré subiéndola para arriba haciéndole perder el equilibrio. Cayó dándome la espalda y aproveche para saltar sobre su espalda haciéndole una lleva Nelson mientras con mis piernas inmovilizaban su cuerpo. Se revolvió como un animal enfurecido y soltó un codazo a mi costado que hizo que soltará la Nelson y que consiguiera soltarse. En ese momento sonó la alarma.
Nos levantamos despacio, chorreábamos de sudor, verdaderamente estábamos cansados. Nos fuimos a nuestro rincón y nos empezamos a secar con la toalla, no dejábamos de mirarnos.
En un momento del descanso vi que se acercaba a un rincón y cogía algo del suelo, no sabía que era pero me extraño lo que hizo. Le vi que apretaba en dirección a la televisión que había en el salón y enseguida esta se encendió. Me imagine que sería algún combate de los que habíamos vistos todos en otro momento y no le di ninguna importancia. Continué secándome y mirando su cuerpo que respiraba jadeante, dando la espalda a la tv .tenía un cuerpo bien definido, con poca grasa, sus músculos resaltaban entre el sudor y porque no decirlo su polla gruesa colgaba desafiante claror que la mía nunca se amedrento ante nada.
Un murmullo se oyó en donde estaban sentados en resto de luchadores, volví la cabeza para ver qué era lo que provocaba esa agitación, en la televisión estábamos mi rival y yo, había grabado lo que pasó la noche anterior y se lo estaba mostrando a todos. Una furia recorrió mi cuerpo, ya no me molestaba lo que se pudiera ver, yo había tenido sexo con mis amigos en tiempos anteriores pero la acción me pareció rastrera. Tiré la toalla al suelo y me dirigí rápidamente al centro con la mirada encendida en mi contrincante. Él fue andando poco a poco sin saber lo que había provocado. Sonó la bocina y me tire como un tigre hacía él.me esquivó dando una paso a un lado. Yo estaba furioso, me volví y esta vez le sujete un brazo mientras con el otro le goleaba el costado haciendo que se doblara. Tiré de su brazo hacía mí y lo agarre en un abrazo alrededor de su cuerpo
- Quieres que vean todos una lucha de pollas pues lo van a ver – le dije
- Tu polla no es rival para la mía – contestó mientras metía su pierna detrás de la mía y hacía que cayéramos a la lona
Caímos juntos y solté por un momento el agarre dándole tiempo a incorporarse un poco, yo solté una patada en su pecho y lo hice caer para atrás, lo que aproveche para colocarme por detrás y hacerle una nelsson. En esos momentos vi que estaba pasando en los asientos donde estaban los otros luchadores. Se habían puesto todos en la primera fila, la mayoría estaba sentado pero algunos estaba de pie, y sus miembros estaban erectos o casi en todo ellos. Supuso que el video y lo que estaban viendo ahora había influido en la nueva situación.
En eso vi cómo se levantaban de sus asientos y empezaban a jadearnos y gritar nuestros nombres. Yo seguía con la Nelsson pero un codazo directo a mis costillas hizo que soltara la llave y le diera tiempo a salir mientras se abalanzaba sobre mí. Le atrape con las pierna y le atraje hacía mi pecho cogiéndole después de la cabeza con un brazo metiéndole su cabeza por debajo de mi axila. Aproveche para lanzarle puñetazos al costado mientras se retorcía de dolor. Le empuje a un lado y salte encima poniendo mis piernas encima de sus brazos dejándolos inmovilizados, tenía casi polla en su boca. Yo aprovechaba para darle en la cara con la mano abierta e intentaba que él no me desequilibrara
- Te rindes – le grité – peor no contesto de inmediato. Pasado 20 segundos se rindió
Mis amigos saltaron al ring y me levantaron del suelo llevándome a nuestro rincón mientras nos abrazábamos todos. A estas alturas nuestra desnudez no era ningún problema y que nuestros falos se tocaran tampoco.
Alguien me dio por la espalda y al volverme vi a mi adversario
- Una buena pelea te felicito – dijo extendiéndome la mano
Se hizo un silencio en la sala porque nadie sabía cómo iba a ser mi reacción. Le miré fijamente a la cara y alargue mi brazo cogiendo el suyo para atraerlo hacía mí para darle un abrazo. El resto de los allí presente vitorearon el gesto.
- Has luchado bien – me dijo sin separarse de mi
- Tú también has sido un rival duro – le contesté
- Espero que algún día me des la revancha, lo he disfrutado mucho – me susurro al oído
- Cuando y donde quieras – le dije separando nuestras caras y mirándonos a los ojos
- Creo que es tiempo de una buena zambullida – grito alguien mientras los demás asentían
Salieron corriendo escaleras arriba mientras yo me lo tomaba más tranquilo pues todavía estaba recuperándome
- Subimos con los demás – me dijo mi rival
- Por supuesto – contesté – nos vendrá bien un buen chapuzón
Me paso el brazo por encima de los hombros y yo hice lo mismo por su cintura y así subimos las escaleras como dos amigos de toda la vida.
Los ruidos y gritos nos llegaban de la zona de la piscina, los chicos se lo debían estar pasando bien
- Necesito ir al baño, tengo la vejiga llena – solté de repente
- Venga te acompaño porque yo también necesito descargar – me dijo
Subimos a mi cuarto, ya que todas las habitaciones disponían de un baño.
- Si quieres entrar tu primero – le ofrecí
- Venga macho a estas alturas te da corte – exclamó dejándome totalmente anonadado, sin saber que quería decir – que podemos mear a la vez – me explicó
Fuimos al baño y nos dispusimos uno a cada lado del inodoro, inmediatamente comencé a mear, desde que era pequeño no había meado con alguien al lado y menos de frente. Mi mirada se dirigía a mi miembro aunque tengo que confesar que también miraba el de é y me gustaba lo que veía
- Tienes buen pecho – exclamó haciendo que subiera la mirada – y buenos pezones – añadió mientras con la mano libre tiraba suavemente de uno de ellos
- Tú también tienes un buen pecho – y procedí a devolverle la caricia en sus pezones
Algo paso de repente que hizo que mi pene empezará a desperezarse, miré hacia abajo y comprobé que el suyo también había crecido
- Será mejor que lo dejemos aquí o se nos van a poner tiesas y vamos a terminar meándonos – comentó riéndose
Nos sacudimos las pollas y fuimos a la puerta para bajar a la planta baja y llegar a la piscina donde, por lo que se oía se lo estaban pasando bien. Al salir afuera nos encontramos que estaban todos en la piscina, habían hecho dos bandos y unos montados al cuello de otros luchaban para derribar al enemigo. Nos unimos a ellos y durante una hora fueron todo gritos y risas, era como volver a nuestra juventud.
Ese día hacía un calor insoportable, por lo que la piscina nos mantenía fresco y las bebidas que no paraban de circular también. La noche llego y nadie hizo intención de moverse. Decidimos sacar la cena y compartirla con los nuevos amigos. Poco a poco la tranquilidad fue llegando y dio paso a una charla tranquila, a contar historias de lucha del pasado que nuestros nuevos amigos eran bastante experimentados. Como no había suficiente sitio para todos terminamos compartiendo tumbonas. Me hacía gracia que unas horas antes estábamos dispuestos a luchar como enemigos y ahora estábamos tumbados compartiendo sitio con un colega nuevo y totalmente desnudo sin que a nadie le pareciera raro
Pasadas unas cuantas horas, me d cuenta que el cansancio se iba apoderando de mí, el día había estado lleno de demasiada excitación y ahora me pasaba factura
- Chicos creo que necesito dormir algo, me retiro – les anuncie
- Pero mira que eres dormilón pero con lo bien que se está aquí –dijo Carlos
- Lo sé pero necesito reponer fuerzas – dije mientras me despedía de todos y volvía a mi cuarto
Nada más entrar, me cepille los dientes y me deje caer en la cama. Mis músculos poco a poco se fueron relajando, por la ventana se oía el ruido típico del campo, eso me relajó mucho y poco a poco mis parpados se fueron cerrando.
Un ruido me despertó, no tenía claro lo que había sido, mire distraídamente el reloj, hacía tres horas que me había acostado. Parecía que no sonaba nada y me dispuse a darme la vuelta, el ruido sonó de nuevo alguien estaba llamando a mi habitación. Salte de la cama y fui a la puerta cuando la abrí me encontré a mi rival enfrente
- Quiero mi revancha – me soltó
- A estas horas - le dije extrañado
- Que pasa que te vas a rajar, tienes miedo y pones la excusa de la hora – me dijo intentando provocarme
- Sabes que no te tengo nada de miedo – le dije envalentonado- ves bajando y nos vemos en el tatami
Se dio la vuelta y se fue. Había salido del sopor nocturno rápidamente, me lave la cara y tome el camino que me llevaba a la sal de cine. Aunque estábamos en el campo y era de noche el calor lo invadía todo
Cuando llegue abajo me lo encontré esperándome
- Como quieres que luchemos esta vez – le pregunté
- Has oído hablar de la lucha turca – me dijo
- Si he visto algo en la televisión, se echan aceite por todo el cuerpo – le contesté
- Pues ahí tienes tu bote de aceite – me anunció mientras me señalaba un bote que estaba relleno de un líquido que supuse que era el aceite corporal
Mire a mi alrededor, el resto de la sala estaba a oscuras, no se veía nada solo donde estábamos mi rival y yo. Me pareció oír un ruido arriba del todo pero desde abajo no se podía ver nada.
Agarre el bote y lo abrí derramando aceite por mi pecho y restregándomelo con las manos mientras veía como él hacía lo mismo con su bote, después derrame aceite sobre mi pubis y mi pene y más tarde empecé con las piernas. Mi ahora adversario, hizo un tanto con su bote. Nos pusimos uno enfrente de otro y como si nos diéramos un abrazo mutuo nos restregamos bien para que no quedara ninguna parte sin aceite, más tarde en restregó mi espalda y mi culo y yo hice lo mismo con él
Ya estábamos preparados, el aceite caía de nuestro cuerpo, le daba luminosidad a los músculos. Lo que veía me gustaba.
- La lucha empezará cogidos de la cintura – me informó mientras sus brazos se acarraban como un abrazo de oso por detrás de mi espalda
Yo hice lo mismo en su cuerpo y nos dispusimos a luchar. Al principio nos agachamos para que el contrincante no hiciera un movimiento con la cintura que llevará al contrario al suelo. Así forcejeamos, con las manos cogidas en la espalda del contrario. Ninguno parecía obtener ningún resultado, nuestras caras estaban juntas y podía oír su respiración entrecortada por el esfuerzo. Otro ruido sonó en la parte de arriba del salón pero no le di mayor importancia, estaba concentrado en mi oponente. Sin soltarnos poco a poco nos fuimos poniendo más verticales, ahora estábamos de pie totalmente nuestros pechos pegados y nuestros penes chocaban continuamente uno contra otro. Nuestras piernas entraron en juego intentando hacer un desequilibrio y quedaron enredadas manteniéndonos los dos sujetos por una pierna. Un baile que no duró mucho ya que nos caímos a la lona soltándonos y separándonos poniéndonos de rodillas uno frente a otro, nos agarramos del cuello para atraernos y caímos de nuevo a la lona, resbalando continuamente. Era difícil mantenernos fijos en un sitio pues el aceite hacía que resbaláramos. Mi única opción fue tirarme encima de mi contrincante. Allí estábamos unos encima del otro forcejeando, nos revolcamos por el suelo, sin soltarnos, nuestras piernas intentaban agarrar al rival. Un empujón me hice caer a un lado de la lona, me puse de rodillas enseguida y vi que mi rival me esperaba en el centro, me fui acercando y una de nuestras manos se enganchó, mi rival alzo la otra y yo lo seguí hasta que se cogieron también. Nuestros cuerpos volvieron a cercarse, ahora nuestros pecho se golpeaban intentando desequilibrar al contrario ya que las manos continuaban agarradas. En un momento nuestras manos se soltaron y volvimos a agarrarnos en un abrazo que no duró mucho ya que su mano y la mía fueron a agarrar al miembro del contrario, teníamos las pollas con la mano del rival apretando y tirando de ellas. Al contrario de lo que se pudiera pensar eso hizo que una erección me la pusiera dura, y lo mismo le pasó a mi rival. Cuando ya estaban firmes nos agarramos de la nunca con las dos manos y acercamos las espadas para que estas lucharan como toros, era un pelea dura. A la vez que nos dábamos con las pollas nos mirábamos sin soltarnos las manos de la cabeza, tenía su cara pegada a la mía. Nuestras bocas se abrieron y nuestras lenguas se buscaron con desesperación sin dejar que las cinturas continuaran con su batalla. Poco a poco los cuerpos que estaban de rodillas se quedaron pegados y se restregaban en una caricia debido al aceite
Un temblor recorrió mi cuerpo y mi polla soltó lo que tenía contenido a los pocos segundos mi rial hizo lo mismo y nos quedamos de rodillas agarrados con la cabeza en el hombro de cada uno, estábamos jadeantes
- Esta vez he sido yo en ganador – me dijo con la voz entrecortada
- Ya estoy deseando la revancha – le dije despacio
La luz de la sala se ilumino de improviso pero estaba tan extenuado por todo que ni tan si quiera me fije que estaban todos sentados. Habían estado mirando el combate. No me importaba lo que pensaran, yo me lo había pasado bien y habíamos luchado hombre contra hombre. Mi sorpresa fue que los vi bajar a donde estábamos, la mayoría con erecciones o como mínimo bastante crecidas, nos levantaron de donde estábamos y nos vitorearon dándonos abrazos. Mi rival y yo nos acercamos y nos dimos un abrazo y nuestras bocas volvieron a juntarse cuando nos separamos pudimos ver que los demás habían decidido poner fin a tanta tensión también
Mi rival y yo dejamos que disfrutaran ellos también y los dejamos solos mientras nos íbamos a dar una ducha para quitarnos el aceite. Fue una ducha tranquila con nuestros cuerpos y bocas juntas y nuestras pollas que nunca dejaron de luchar.
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